El dios Inti (sol) y la diosa Quilla (luna), tenían un amor imposible ya que nunca se podían encontrar, pero una profecía auguraba que un día ambos se amarían y nacerían un niño y una niña. Un día la tierra se oscureció y Quilla se unió a Inti y aparecieron en el Lago Titicaca un hombre llamado Manco Cápac, y una doncella llamada Mama Ocllo.
En las regiones cercanas al Lago Titicaca, los hombres vivían como animales salvajes, ya que no tenían religión, leyes o una organización. Ellos desconocían la agricultura y la textilería por lo cual andaban cubiertos de pieles. Vivian en las cavernas y se alimentaban de la caza y recolectando vegetales y frutas.
Para ayudarlos, el dios Inti, les envió a su hijo Manco Capac junto a su hermana Mama Ocllo para que civilizaran a esas poblaciones fundara un imperio. Inti, les ordenó:“Llévenles, hijos míos, el conocimiento a los hombres. Enséñenles la verdadera religión, denles leyes y orden, pues sin leyes ni orden no hay vida en la tierra”.
El dios Inti, le entregó a Maco Capac una vara de oro. Les recomendó viajar hacia el norte del lago Titicaca y hundir el bastón de oro en las tierras por donde pasaran hasta encontrar el lugar en donde este se hunda la vara para allí fundar la ciudad capital del imperio.
Manco Cápac y Mama Ocllo iniciaron su viaje que duró meses y en cada lugar intentaban hundir la vara. Cruzaron el país de los urus, el país de los collas y el país de los aimaras. Manco Cápac y Mama Ocllo debieron de atravesar esos sectores por cavernas y caminando durante la noche por que no eran bien recibidos en estos países.
Su viaje final fue desde la cueva de Tamputoco en Pacaritambo hacia un valle majestuoso acordonado por bellas montañas, donde la vara de oro se enterró en el suelo. Es así como supieron que ese lugar debería convertirse en la capital del Imperio de los Incas y ombligo del mundo.
Manco Capac y Mama Ocllo iniciaron su tarea civilizadora en el valle del Cuzco. Manco Capac enseñó a los hombres la agricultura, la pesca, la construcción de viviendas, las ciencias, la religión. Mama Ocllo, enseñó a las mujeres a hilar y tejer para hacer vestidos de lana y algodón; a criar a los hijos y todas las demás habilidades del hogar.
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